Fundada por el último Maestre de la Orden de Alcántara frey D. Juan de Zúñiga a fines del siglo XV. Antiguamente enclavada en el Prado de Guadamez su localización es de unos kilómetros al oeste de la localidad, a orillas del río Guadamez, en un entorno rural. Era lugar bastante visitado por los romeros, celebrándose anulamente dos veladas de gran importancia, una el 25 de marzo y otra el 25 de abril, donde coincidía gran número de visitantes. Arruinado, aún quedan restos de la caja de muros del templo y de las diferentes depedencias anexas, así como el cerco que lo rodeaba y edificio destinado a hospedería para peregrinos.Se ignora el inicio de su degradación, aunque aún a mediados del siglo XIX su estado era bueno.